Comenzar este año de 2011 para mí ha sido de mucho movimiento. Lo empecé viajando y alejándome de las personas que complementan mi vida. Sé que cada vez que salgo de casa adquiero una deuda con ellos.
Una buena parte del comienzo de este año ha transcurrido para mí en una de las ciudades que nunca deja de impresionarme y aumenta mi curiosidad. La Ciudad de México. Una ciudad que llama a recorrerla, a observarla, a admirarla, es como aquel maestro del cual nunca dejas de aprender y siempre tiene tiempo para darte una respuesta y hacernos reflexionar acerca de nuestra identidad, acerca de quiénes somos, acerca de cuál es el tipo de país que queremos y cuál es el tipo de país que merecemos. Dos cosas muy distintas.
Recorriendo sus calles y callejones puedes encontrarte con cosas que en tu vida hubieras podido imaginar. Me asombra ver como a través de la historia, desde la conquista, esta ciudad es una ciudad de comerciantes y que han desarrollado un sistema tan complejo, rápido y efectivo para hacer llegar sus productos y servicios al consumidor final en la mayoría de las veces a las puertas de sus casas….. y déjenme decirles que son muchas!
Pero también me pongo a pensar acerca de ¿cuál es el espíritu que nos identifica como mexicanos?
Creo que tenemos varios espíritus.
Tenemos el espíritu del azteca, maya, tlaxcalteca, purépecha, tarahumara, olmeca, otomí, Yaqui, español, inglés, francés, alemán, y algunos otros más.
La mezcla es bastante buena. Guerreros, Ingenieros, Conquistadores, y Pensadores. Esta mezcla de espíritu Mexicano esta forjada viniendo de muchas partes del mundo para formar una nación de libertad en muchas de sus expresiones, así como con posibilidades infinitas de ser una nación exitosa con bases étnicas fuertes y firmes.
Nunca hemos escuchado hablar del sueño mexicano. Para muchos sería la antítesis del sueño de nuestros vecinos. Sin embargo aquí, en nuestra tierra, ese sueño lo han encontrado los españoles, franceses, alemanes, libaneses, japoneses, chinos, árabes, argentinos, cubanos, incluso nuestros vecinos americanos.
Estas personas que vienen a nuestro país huyendo de las persecuciones de sus países o porque en sus lugares de origen la competencia o las corrientes ideológicas son tan fuertes que deciden emigrar a nuevos horizontes en donde su trabajo les reditúe ganancias con esfuerzo y dedicación.
¿Pero qué hay del resto?
El sueño mexicano se reduce a medio ir a la escuela (cuando se asiste) en un plan social, lograr salvar la semana para descansar el fin de semana y des estresarnos con los amigos en una carne asada (algunos en una cantina) después de todo nos lo merecemos, ¿no? No nos preocupamos de nuestra salud hasta que se prende el foco rojo y hay que ir a reparación porque ya no hay otra opción. Lo que nos preocupa de la escuela de nuestros hijos es que sea de las mejores del sistema federal para que no nos cueste. La lectura, el arte y la música de cámara son cosas que están hechas para un tipo de personas que no conocemos y que a veces dudamos de su existencia. Nuestros comentarios más importantes en las reuniones son los marcadores de la liga de futbol y que haríamos si ganáramos lo que gana el chicharito……… en fin, me da pena decirlo, pero para muchos de nosotros la vida no es concreta. Y a veces parecería que queremos evadirla. Que estaríamos mejor en otro lugar y así se nos pasa la vida. Y después solemos vivir de recuerdos y añoranzas, que tristeza y que desperdicio. Ya de la planeación para nuestra vejez ni hablemos, es un tema que es como los accidentes, no reaccionas hasta que ya chocaste, buscas la póliza del coche y sorpresa!!!! Venció hace un mes! En el mejor de los casos.
Lo cierto es que a la fecha la gran mayoría somos inmigrantes o por lo menos alguno de nuestros ancestros lo fue. Y esto nos pone en una perspectiva en donde existen lecciones que no recordamos que nos indican que no importa mucho como es que tan mal están las cosas, siempre hay esperanza para perseguir nuestros sueños y así forjarnos un mejor mañana.
1.- Motivar el estudio y la educación.
Sin una base concreta de estudio la vida será siempre una apuesta la cual no sabremos nunca si vamos a ganar.
2.- Mantengamos nuestros sueños.
Cuando soñamos siempre soñamos en ser los mejores. No dejemos nuestros sueños en manos de los demás. Eso sería un grave delito. Como diría Noel Gallagher “I Can´t get a life if my heart it´s not in it”
3.- Mejoremos nuestras habilidades.
Cada uno de nosotros es bueno para algo. Aferrémonos a esas fortalezas y les aseguro, seremos exitosos.
4.- Confiemos en lo que podemos hacer.
La fruta que está más cerca del suelo es la más fácil de colectar, cualquiera lo puede hacer. ¿Saben a lo que me refiero?
5.- Construyamos sobre lo que tenemos.
Somos lo que somos, y nadie puede cambiarlo. Reconozcamos que ese es nuestro punto de partida.
6.- Protejamos lo que tenemos.
Nadie más que tú sabe lo que costó tener una casa, un auto, y nadie cercano a nosotros sabrán lo que nos dolería perderlo. Los seguros son costosos sólo cuando no se han adquirido.
7.- Cadena de Favores.
Ayudemos a nuestra comunidad. Si algo es importante en esta vida es predicar con el ejemplo dejando de manifiesto nuestra reputación. El reconocimiento de la comunidad es uno de los ejemplos más importantes que podemos dejar a las siguientes generaciones.
¿Es este el país que queremos o el que merecemos?
Solo en nosotros está que el querer y el merecer signifiquen lo mismo.
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