Desde hace tiempo este tema viene dando vuelta en mi cabeza y tiene tantas ramificaciones que termina siendo esto un berenjenal. Todo a raíz de una conversación que sostuve con Diego mi hijo mayor.
Empecé prestando atención al tema de la edad legal para ingerir bebidas alcohólicas en diferentes países y me encontré que van desde donde no hay edad mínima pasando por los 16, 18, 19, 20, 21, y 25 años. En Inglaterra por ejemplo a los niños de cinco años se les permite consumir alcohol en sus casas bajo la supervisión de un adulto aunque no puedan comprarlo sino hasta que cumplan dieciocho años. Portugal, Francia, Italia la edad es de 18 y en España a los 16.
En aquellos años de la preparatoria y la universidad (dejé de llamarlo adolescencia pues pienso que los humanos cuando no adolecemos de una cosa adolecemos de otra y esto es el cuento de nunca acabar) recuerdo que aunque si bien la edad legal como hoy en día era 18 años, eso era un tema que en verdad a nosotros a esa edad no nos preocupaba. El alcohol como otras cosas estaban al alcance de nuestras manos y la decisión de tomarlas era nuestra. Y creo exactamente el que fuera decisión nuestra es una parte importante en este enfoque. Ya que como en todas las cosas que hacemos, unas importantes y algunas otras no tanto, y también las que a veces no lo parecen y terminan dándonos unos muy buenos escarmientos, la toma de decisiones es El Rol que define nuestras acciones.
Nadie ha dicho que tomar decisiones es algo sencillo. Mas de uno de nosotros quisiera tener en sus manos una bola de cristal que nos diera los resultados anticipados, pero entonces el negocio de las apuestas no seria negocio. Como seres humanos nos equivocamos y a veces aprendemos de nuestros errores aunque en algunas ocasiones esto sea tarde. En otros casos continuamos tropezándonos con la misma piedra o golpeando la misma rama. Como dicen por ahí, crecer es obligatorio por naturaleza, madurar es optativo.
Creo que lo más importante cuando nos vemos ante una toma de decisión es, Tomar una decisión. El no tomar una decisión no es una opción. Eso solo retrasa, alarga o prolonga el malestar, o la incomodidad y lo mas seguro es que esto sea con uno mismo. Cuando tomamos una decisión y esta no resulto como nosotros pensábamos lo que nos queda es la experiencia y es responsabilidad nuestra aprovecharla o ignorarla. Ni que decir cuando una decisión salió como pensamos eso nos hace sentir bien, aunque a veces el hacer lo correcto no nos deje un buen sabor de boca.
El afrontar nuestras decisiones con lo que nos queda de dignidad es nuestra cara que le enseñamos al mundo. Si te tropiezas corriges el paso, si te caes te levantas, si te agachas hay que levantar la cara, y si te equivocas hay que pedir perdón. Aunque esto no significa que la parte afectada este obligada a otorgar el perdón. Este podrá llegar en el momento o tal vez no llegue nunca, sin embargo es importante hacer algo por aquellas marcas que dejaron los clavos en la madera.
Y si estamos hablando de la edad legal, la otra parte importante en esta cuestión es definitivamente como es que en nuestra sociedad se aplica lo legislado. Ese conjunto de letras impresas en papel que tuvo unos costos impresionantes para lanzar su promulgación. Hablo de los sueldos de los legisladores y todas las personas involucradas en este proceso, el tiempo de análisis de los legistas, colegiados, doctores y masters en derecho, las encuestas, y todo aquello que se le involucra. Creo que sumando todo la promulgación de una ley es algo que nos viene saliendo muy caro a todos aquellos que de alguna forma u otra pagamos impuestos.
Sé que aquí algunos de ustedes empezaran a hacer un pequeño calculo que, me anticipo, terminaran por dejarlo a un lado pues en verdad sacar esta suma es algo que también llevaría algunas horas de trabajo para obtener un resultado mas o menos decente.
Hay personas que regularmente me dicen que yo conozco mucha gente, a mí me da risa pues me acuerdo del chiste del aquel gallego al que le preguntan: Oye Manolo, ¿Vos sabes como se llama a la gente de San Francisco? Y Manolo contesta: Eh, bueno a algunos si, pero no a todos….. Y aunque yo tampoco se como se les llama a la gente de San Francisco (ni tampoco los conozco a todos) Todavía no conozco a nadie que tire su dinero a la basura.
Y en verdad. Creo que eso hacemos cada vez que pretendemos no afrontar las consecuencias cuando cometemos alguna infracción a las leyes o reglamentos.
Diego me preguntaba ¿cual era la edad permitida para la ingesta de bebidas alcohólicas en Inglaterra? Y ¿En donde radicaba la diferencia?
La edad esta clara, 5 años. La diferencia radica en dos cosas significativas. La primera es en la aplicación de la ley. La segunda es la reacción irresponsable y paternalista que muestra nuestra sociedad ante este tipo de eventos. Tan grave una como la otra, relacionadas y dependientes entre si.
Es triste ver como no se aplica la ley a todos por igual. Es triste ver como la ley tiende a ser un escrito de interpretación y flexible ante situaciones que deben de juzgarse con “el rigor de la ley”.
¿Es de humanos equivocarnos? Claro está que si.
La irresponsabilidad como acción, lleva consigo, el no cumplimiento de un acto u obligación asumido de manera voluntaria u obligatoria. Y aquí el problema es cuando no hay otra forma de llamarlo, somos irresponsables. Al no respetar las leyes, al intentar sobornar a la autoridad, al solicitar u ofrecer dinero o favores para otorgar o recibir privilegios, al observar estas situaciones y no reportar o denunciar, y así la lista continua.
En lo personal creo que claro que esta bien que existan las leyes. Obviamente son necesarias para que una sociedad tenga opciones generales de solucionar sus diferencias en diferentes áreas de la convivencia.
Lo que desde mi percepción no me parece adecuado es que se beba lo que se desee, tanto en variedad como en cantidad, y después ante una situación en donde se nos exige una respuesta por nuestros actos no tengamos el valor de hacer frente a nuestra responsabilidad.
Bebedores sin experiencia a menudo se encuentran en situaciones malas. La edad legal para consumir alcohol está diseñada para ayudar a evitar esto. Incluso la gente con años de experiencia pueden cometer errores con el alcohol, sin embargo. Por esta razón, es importante beber de forma responsable y asegúrese de que sus amigos, compañeros, e incluso extraños que hagan lo mismo.
¿Nos damos valor o nos restamos valor?
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